Mario Kart

¡Por fin! Ayer, día 25 de Noviembre fue el día de Navidad para muchos DSeros, ayer por fin veía la luz Mario Kart DS.

Un día antes de su salida oficial me lo compré y además de haberlo podido disfrutar durante la tarde-noche del día 24 me costó solamente 30€. Y hoy puedo decir que son los 30€ mejor gastados de todo el año.

Allá por 1992 salió el primer Mario Kart de todos los tiempos: Super Mario Kart para Super Nintendo (mi primera videoconsola de sobremesa). Hasta el momento ha sido el juego más divertido al que he jugado jamás en esa plataforma, bueno, en esa y en muchas otras... Lo más gracioso de todo es que conocí el juego de pura casualidad, cuando ya había pasado tardes geniales con mi Game Gear y su Lemmings y sobretodo su Columns y destrozado el mando de la MegaDrive con el Sonic (allá por el año 1996) fue cuando intercambié mi preciado Super Star Wars por un juego de carreras de karts conducidos por los personajes de los juegos del fontanero Mario. No sabía casi nada de él pero me enganchó totalmente, haciendome pasar tardes antes de ir a trabajar recorriendo los 16 circuitos de pé a pá. Mi conductor favorito: Toad. Ligero, veloz y entrañable donde los haya. Desde ese juego nunca más me he separado de él. Por desgracia jamás tuve una Nintendo 64 y por tanto nunca pude correr con Toad en sus circuitos pero la distancia que nos separaba se acabó cuando volvimos a encontrarnos en Mario Kart: Double Dash para Game Cube. No lo disfruté tanto como lo había hecho con el primer juego, para mi no era ni de largo tan divertido, echaba de menos los circuitos de siempre, la casa encantada sobretodo, y la playa o el prado rosquilla...ais qué tiempos.

Finalmente, en el año 1999/2000 apareció un nuevo Mario Kart para la nueva consola portátil de Nintendo. Por fin una portátil con un diseño totalmente renovado, con mejor motor gráfico, y mejor manejabilidad...la única pega que le encontré fue que la pantalla no fuese retroiluminada. A parte de eso me parece la Game Boy más bonita que han hecho hasta el momento (Sobre gustos...). Su nombre: Game Boy Advance.

Por esa época mi economia andaba tambaleante y no pude comprármela :( pero llegarían tiempos mejores y los señores de Nintendo decidieron trabajarse un nuevo modelo de Advance, la Game Boy Advance SP.Exactamente igual gráficamente que su predecesora pero, por fin, con una pantalla debidamente iluminada! Desgraciadamente para mi bolsillo ese año estuve trabajando en una tienda de videojuegos durante las navidades. Salí de allí con una Xbox (muy poco rentabilizada, todo hay que decirlo) y una Game Boy Advance SP de color azul cielo. Para mi desgracia la de color negro estaba agotadísima :,(((

Y por fin llegamos al año nintendero por exelencia, el año 2005, el año de Nintendo DS.

7 meses hemos tenido que esperar desde que saliera la Dual Screen de nintendo hasta que pusieran a la venta el juego por la que la mayoría nos la compramos. No importa, realmente ha valido la pena!! Mientrastanto nos hemos podido entretener sacando a pasear, peinando y bañando a las mascotas de Nintendogs, aprendiendo a dibujar sellos (alguno bastante chungo) en el mejor Castlevania de todos los tiempos; Castlevania: Dawn of Sorrow o poniéndonos los nervios de punta con Wario Ware Touched!

Larga pero entretenida espera, la verdad sea dicha.

Sólo tengo alabanzas para el juego del año, 16 circuitos nuevos y 16 circuitos clásicos (sacados de las versiones de GBA, GC, SNES y N64 ains)

nuevos objetos como por ejemplo el Blooper o Sepia que nos mancha la pantalla con su tinta durante unos cortos pero preciados segundos, 4 conductores ocultos, personalización del escudo del Kart, etc...

Un par de pegas quizá:

1. Que en ediciones anteriores hicieran desaparecer a uno de los conductores, Koopa Troopa, y por tanto tampoco aparezca aquí.

2. Que en el modo multijugador (con 1 cartucho) solo se pueda elegir a Shyguy (quién no tiene cartucho claro)

Bueno pues nada más, que no tardéis en comprarlo no vaya a ser que se agote y a disfrutar con Mario y sus amiguetes!

Ah! Y cuidado con las pieles de plátano que hay por el camino.