Carrie marcó mi infancia dejándome la escena de la ducha grabada en mi tierna retina. Muchos años pasaron hasta que volví a ver esta película, creo recordar que a finales de los 90 en un programa llamado "Klaatu Verata Nictu" que se emitía en el canal 33 y era presentado por Alex Gorina. Fue entonces cuando la supe disfrutar tal y como se merecía y desde ese momento es, para mi, la mejor película de terror jamás filmada.
Fué la primera adaptación al cine de una novela del prolífico Stephen King y esto era lo que nos contaba:
Carrie White (Sissi Spacek) es una quinceañera que vive reprimida por su madre, una fanática religiosa que se pasa el día rondando el vecindario advirtiendo de los males del mundo que acechan ahí fuera. En el instituto Carrie no tiene amigos, es la peor en todo, nadie la quiere a su lado. Un día, mientras se está duchando en el vestuario después de un partido de voleibol, Carrie tiene su primera regla y se asusta ante la incredulidad de sus compañeras de clase. Después de mofarse de ella cruelmente, Sue Snell (Amy Irving) decide ayudarla a integrarse sea como sea e insta a su novio Tommy Ross (un jovencísimo William Katt), el guaperas del instituto, a que la invite al baile de graduación, quedándose ella sin pareja. Pero no todo irá tal y como Sue espera ya que Chris Hargenson (Nancy Allen) y su novio (John Travolta) aguardan la ocasión para hacerle pasar una noche en el baile inolvidable.
Sissy Spacek está tremendísima en el papel de la apocada y tímida Carrie White al igual que la actriz que encarna a su malévola madre, Piper Laurie. Las dos fueron nominadas al Oscar en el apartado de mejor actriz principal y de reparto respectivamente, por desgracia ninguna de las dos ganó el premio. A mi entender merecidísimo en los dos casos. Faye Dunaway y Beatrice Straigth obtuvieron la estatuilla por su papel en Network (1976) de Sidney Lumet.
No había mencionado al director de la cinta, éste es Brian de Palma (al que amo con locura desde que adaptó la novela de King). Bastante fiel por cierto.
Es una película repleta de escenas memorables, recordar por encima de todo la escena que mencioné al principio, cuando Carrie se está duchando, dulcemente y al compás de la música el agua recorre su rostro y su cuerpo desnudo y es entonces cuando el director nos muestra un hilo de sangre que recorre sus muslos y nos arrastra brutalmente hacía el cruel desenlace de la escena.
También me encanta recordar las parafernalias y movimientos de cámara casi imposibles con las que el director nos deleita. En el baile podemos ver a Carrie bailando con Tommy mientras la cámara da miles de vueltas a su alrededor y con cada vuelta nos salpica con una pizca de la felicidad que Carrie está sintiendo en ese momento, el más importante de su vida, que culmina con un beso de amor verdadero de su compañero de baile.
De Palma consigue volver a arrancarnos de la felicidad que sentimos por Carrie para mostrarnos una plano cenital del cubo lleno de sangre que será el desencadenante de la tragedia final. Absolutamente brillante la la sucesión de imágenes en esta escena.
La pantalla partida en una de las escenas finales merece también un breve apunte en el post. Por un lado vemos a la Carrie ensangrentada encima del escenario mirando fijamente al público que se rie de ella (acordándose de lo que su madre le había advertido) y por otro a la marabunta intentando salir con vida del recinto.
Ya por último mencionar el climax final cuando Carrie llega a casa en busca del apoyo y comprensión de su madre, ésta la recibe como si del diablo se tratara (de hecho, mientras Carrie está en el baile su madre no para de repetir que tiene que acabar con el diablo, su hija) y la acuchilla mientras la está abrazando. Después de esto, Carrie moribunda logra (telequinéticamente) acabar con su madre quién termina crucificada representando una imagen casi exacta del Cristo que hay en una de las habitaciones. La casa termina por desplomarse encima de las dos y llegamos al final de la cinta.
Bueno, de hecho eso no es todo, tenemos susto final (me encanta!). Seguramente pensaréis que es bastante previsible pero a mi me sigue asustando aún habiendo visto la película más de 10 veces. La última escena se trata de una pesadilla que está teniendo la única superviviente de la debacle, Sue Snell (quién por una serie de carambolas ha podido sobrevivir viendo así recompensada su buena fe). Sue se acerca a una tumba donde un cartel reza algo así como: "Carrie White burns in hell", se agacha para dejar unas flores y voilá! susto al canto. Adoro a DePalma, lo había dicho?
Existe una secuela llamada The Rage: Carrie 2 (1999) que aunque parezca mentira podría haber sido mucho peor. Repite personaje Amy Irving como Sue Snell con 20 años más, ahora directora de un instituto al que acude la nueva telequinética, Rachel (Emily Bergl), personaje que, como Carrie, consigue caernos bien.
Y ya por último, terrible descubrimiento el que acabo de hacer...en 2002 se filmó un remake para televisión. Me niego rotundamente a verlo.