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27 septiembre 2006

The Sixth Sense (1999)

Leer ayer una espléndida crítica de una película de M. Night Shyamalan me inspiró tanto a ver dicha película como a escribir una crítica sobre la que, de momento, es la que más me ha gustado del director.
Ayer aprendí que el color favorito de Shyamalan es el violeta y por eso presté atención durante todo el metraje y observé que lo usa frecuentemente. Nada más empezar la película aparece en pantalla Anna Crowe (Olivia Williams), esposa del doctor Malcolm (Bruce Willis), la vemos bajar unas escaleras que la llevan a la bodega y la observamos a través de la cámara subjetiva mientras escoge una botella de vino. Lleva un vestido largo donde predominan los tonos violaceos.

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Justo después vemos la escena donde los dos están en su habitación y se dan cuenta de que alguien ha roto la ventana y ha entrado en su casa. Se trata de un ex paciente de Malcolm, Vincent Grey (Donnie Wahlberg) quién le recrimina que no se acuerde de él y que no le ayudara tal y como le había prometido. Segundos después Vincent coge un revolver y dispara sobre Malcolm, mientras la cámara se va apartando de él vemos como se acerca el arma a la sien y justo cuando ya no le vemos escuchamos el disparo.
Luego de eso pasamos directamente al siguiente otoño y conocemos a Cole Sear (Haley Joel Osment), un niño de 9 años que vive con su madre Lynn (Tony Collette) y que busca la ayuda del doctor Malcolm ya que según dice tiene la extraña habilidad de ver a los muertos.
Advertir a los que aún no hayais visto esta película que en los próximos párrafos hay spoilers.
Como sabréis, el film se basa en el engaño en el que nos tiene metidos Shyamalan, desvelado en los últimos minutos de metraje. Sabéis a qué me refiero. Por tanto me parece interesante comentar los momentos en los que el doctor Malcolm aparece en pantalla con otros personajes que no sean Cole (ya que el niño es el único que puede verle debido a su estado).
Es entonces cuando vemos la primera escena en la que Malcolm interactúa con otro personaje. Está sentado junto a Lynn, mientras ella mira al infinito, sin que ninguno de los dos pronuncie una sola palabra y entonces Cole abre la puerta.

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Ahí es evidente (siempre y cuando conozcamos el final por supuesto) que Lynn está sola esperando que su hijo vuelva del colegio y que, muy ágilmente, el director nos ha hecho creer que Malcolm realmente estaba allí sentado con ella.
Saltamos a la segunda escena, ahora con Anna Crowe. Ella está en un restaurante, sentada esperando, él llega y empieza a hablarle, ella no dice nada. Vemos que estaba esperando la cuenta y entonces se levanta y dice: "Feliz aniversario" y se marcha con semblante triste.
La relación entre ambos es inexistente. Él está preocupado por lo distantes que se sienten el uno del otro y así se lo contará más adelante a Cole.
A partir de aquí nos centramos ya en su joven protagonista y en alguno de los episodios sobrenaturales que padece. Uno de ellos mientras se encuentra en una fiesta de cumpleaños y dos de sus compañeros de clase lo encierran en una pequeña habitación donde Cole no está solo. Es entonces cuando M. Night Shyamalan hace su peculiar cameo. Como ya nos tiene acostumbrados aparece en un pequeño papel, esta vez en la piel del doctor que ha reconocido a Cole trás el incidente en la fiesta de cumpleaños.
Poco después es cuando Cole decide contarle a Malcolm su secreto en la famosa escena parodiada en mil ocasiones. Cole está tumbado en una cama arropado con una mantita de color violeta claro cuando se confiesa.
Malcolm se muestra incrédulo al principio pero después de rebuscar entre sus archivos y encontrar unas cintas que grabó en alguna de las sesiones que tuvo con Vincent Grey (si, el tipo del principio) empieza a creer lo que le cuenta el muchacho.
Me doy cuenta de que, tal y como explicaba Javi en su blog, Shyamalan usa bastante las imágenes procedentes de reflejos. En esta película lo hace varias veces, una al principio cuando Malcolm y su esposa están mirando el premio que le ha concedido el ayuntamiento de la ciudad de Philadelphia, les vemos a los dos reflejados mientras leen lo que está escrito en la placa.
Otro momento de la película donde vemos una imagen parecida es cuando Cole se dispone a abrir una puerta y vemos su reflejo en el pomo de dicha puerta. Bonita imagen.

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El director usa tanto reflejos propios como ajenos, esto último lo vemos cuando Malcolm entra en el baño y por el espejo que hay en el armario ve como su mujer se está duchando al mismo tiempo que ve, dentro del armario, unos antidepresivos.
Llegamos al final de la cinta. Cole le aconseja a Malcolm que pruebe de hablar con su mujer mientras esté dormida, le comenta que de esta forma seguro que lo escuchará. Es ahora cuando Malcolm se da cuenta de que, tal y como le explicaba Cole, solo ha visto lo que ha querido ver y hasta ahora no se había dado cuenta de que hace un otoño había muerto cuando Vincent Grey le propinó aquel disparo.
Mediante unos breves flashbacks Shyamalan nos destapa la sorpresa final y ahí termina la película.
Vista ahora, 7 años después del estreno en cines, no me parece tal obra maestra como me pareció entonces pero sigue gustándome mucho más que Lady in the Water (2006) o Unbreakable (2000), quizá porque esta se acerca más al género de terror. Pendientes aún por terminar de ver (a medias las dos) tengo Signs (2002) y The Village (2004).

22 septiembre 2006

Why are you wearing that stupid man suit?

Si queréis causar sensación en la próxima fiesta de Halloween aquí tenéis una fabulosa forma de hacerlo.
Sólo es necesario tener los 200 $ que cuesta el traje.

21 septiembre 2006

She's the man (2006)


Me permito un mínimo paréntesis en el blog para escribir sobre esta película cuyo título original, She's the man, ha sido casi literalmente traducido en este país como Ella es el chico. Cosa de extrañar en los tiempos que corren.
La breve y simplona sinopsis es la siguiente: Viola Hastings (Amanda Bynes) es una crack del futbol pero en su instituto no hay suficientes chicas interesadas en el deporte rey como para formar un equipo decente por tanto decide intentar entrar en el equipo masculino sin conseguirlo. Es entonces cuando decide suplantar a su hermano gemelo Sebastian (que se ha marchado unos días a Londres) y así poder jugar al futbol. Un amigo maquillador la caracteriza y le enseña algún que otro punto de comportamiento para que pase desapercibida una vez metida en las pieles de su hermano. Aquí empiezan los enredos ya que Viola se empieza a sentir atraída por su compañero de habitación y a la vez Olivia, una compañera de estudios, se enamora perdidamente de el nuevo Sebastian, el chico más sensible del instituto.
Los guionistas basaron la historia en una obra de William Shakespeare llamada "Noche de Reyes" y el resultado es una comedia de enredos cuya protagonista principal brilla por encima de todos y de todas.
Amanda Bynes logra hacernos reir en la mayor parte de escenas en las que aparece caracterizada de hombre, que es en casi todas.
En definitiva, una simpática comedia juvenil digna de mención. Eso sí, es una comedia norteamericana para todos los públicos por tanto no esperéis ningún amago de acercamiento de Olivia hacia Viola siendo Sebastian ni de Viola siendo Sebastian hacia su compañero de habitación.

19 septiembre 2006

¡De mayor quiero ser como ellas!

A veces de pequeña cuando salía de una sala de cine tras haber visto cualquier película de aventuras o fantasía me sentía, durante unos minutos, impregnada por la sensación de haber estado literalmente visitando nuevos mundos, conociendo tiempos pasados o futuros, compañeros de viajes, en definitiva me sentía parte de la historia que acababa de ver.
Otras veces, desde que me levantaba de mi butaca, bajaba los escalones hasta el pasillo de la sala y lo recorría hasta llegar a la calle, mi imaginación me convertía en el héroe o heroína de la película que acababa de ver. Nada podría dañarme, era poderosa, era inmortal...pero solo hasta que cruzara la delgada línea que separaba la ficción de la realidad, aunque intentara no dejar escapar esa sensación, todo desaparecía una vez puesto el pie fuera de la sala.
En los años posteriores a mi infancia mi afición por el cine fué creciendo conmigo, sobretodo por el género fantástico, englobando en éste subgéneros como el terror, la ciencia-ficción o la fantasía.
Como le ocurre a todo el mundo, yo también tuve varias películas que dejaron en mi una marca imborrable con el paso de los años y esa sensación de querer pertenecer a la historia que me contaban, de querer colarme como quién no quiere la cosa en las carnes de su protagonista principal.
Bien, después de esta breve introducción voy a ir al grano y es que tenía ganas de hacerles un pequeño homenaje a tres de las mujeres con más coraje que haya parido la industria del cine en los últimos 30 años.
Laurie Strode
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Interpretada por: Jamie Lee Curtis (1958 - Los Ángeles)
La hemos visto en: Halloween (1978) , Halloween 2 (1981), Halloween H20 (1998) y Halloween: Resurrection (2002)
Su monstruo particular fue: Michael Myers.
La escena: De lo más espeluznante: Laurie encerrada y muerta de miedo en el ropero intuyendo el acecho de Myers, quién le está intentando dar caza sea como sea.
Teniente Ellen Ripley
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Interpretada por: Sigourney Weaver (1949 - New York)
La hemos visto en: Alien (1979), Aliens (1986), Alien 3 (1992) y Alien: Resurrection (1997)
Su monstruo particular: Un alienígena de cabeza fálica en la película original y la Reina Alien en la primera secuela, además de varios miles de aliens más en las siguientes películas.
La escena: Ripley enfundada en su montacargas mientras entona la ya mítica frase: "¡Aléjate de ella, puerca!"
Sarah Connor
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Interpretada por: Linda Hamilton (1956 - Salisbury/Maryland)
La hemos visto en: Terminator (1984) y Terminator 2: Judgment Day (1991)
Su monstruo particular: En esta ocasión son 2, el T-800 de la primera parte interpretado por Arnold Schwarzenegger y el T-1000 de la secuela, un terminator muy mejorado respecto al anterior, formado por una aleación de metales e interpretado por Robert Patrick.
La escena: De pequeña me traumatizó ligeramente la escena en la que el T-1000 toma la forma de la madre adoptiva de John Connor y asesina a su supuesto esposo atravesándole la garganta con su brazo convertido en una temible arma punzante.
No están todas las que son pero si son todas las que están. Queda escrito.

18 septiembre 2006

Stay Alive (2006)

Cine y videojuegos han ido de la mano desde que en 1982 nos adentramos en un programa informático acompañados de Clu, Tron y Yori e intentaramos destruir al malvado MCP (Master Control Program) y así salir de allí con vida.
A partir de entonces llegaron un par de peliculillas de buen ver. Una de ellas fué Wargames (1983) de John Badham en la que vemos a un jovencísimo Matthew Broderick que sin saber cómo se introduce en una computadora que controla todo el arsenal nuclear de Estados Unidos y acepta retarla en un juego de guerra donde Russia es el enemigo. El problema es que la computadora acepta el reto trasladándolo a la vida real. Ya no existe juego, está a punto de estallar la tercera guerra mundial. La verdad es que de pequeña me causaba bastante mal rollo esta película.
La otra se llamó The Last Starfighter (1984), ésta nos cuenta la historia de Alex, un joven aficionado a los videojuegos y un gran experto en uno en especial, Starfighter. Una tarde echa una partida y consigue completar el juego. Es entonces cuando conoce a Centauri, quién lo recluta para que se una a las tropas del espacio y les ayude a combatir una inminente invasión alienígena.
Viendo el tirón de las películas con contenido videojueguil, a alguien se le ocurrió adaptar uno de los más grandes videojuegos de la historia. Eso ocurrió en 1993 y el juego elegido fué Super Mario Bros. La verdad es que esa adaptación además de pésima era de lo más innecesaria.
La revolución había llegado. Juegos tan exitosos como Street Fighter II, Double Dragon o Mortal Kombat fueron llevados al celuloide pasando por nuestras salas sin pena ni gloria.
Double Dragon: The movie (1994) fué interpretada (es un decir) por Mark Dacascos y Scott Wolf en las pieles de los hermanísimos Lee en los cuales recaía la misión de luchar contra el malísimo Kogo Shuko (un Robert Patrick que nunca más conseguirá dar tanto miedo como siendo el T-1000 de James Cameron). En fin, después de este ejemplo de basura cinematográfica llegaron dos más: Street Fighter (1994) y Mortal Kombat (1995) de Paul W. S. Anderson, director al que salvo de la quema por haber realizado Resident Evil (2002), Alien versus Predator (2004) y tener en mente una (seguramente) desastrosa adaptación de otro grande dentro de los grandes, Castlevania. Tiembla Drácula.
Por esa época divisamos algo interesante en el horizonte, una pequeña joya que en vez de sumarse a la moda de las adaptaciones lo que hizo fué crear una premisa dentro del cine de terror moderno: lo que pasa en el videojuego pasa en realidad. La película en cuestión se llamó Brainscan (1994) y su protagonista era el teenage por excelencia en aquel entonces, Edward Furlong, conocido y venerado ya de por vida por su papel como John Connor en Terminator 2 (1991).
Bien, todo esto me lleva hasta Stay Alive (2006), cinta de idéntica premisa que la de aquí encima. La película empieza mostrándonos unas secuencias de un videojuego donde un personaje es acechado por las fuerzas del mal y finalmente aniquilado por ellas. Game Over. La partida ha terminado y el joven que estaba probando el juego acaba con el gaznate ensartado en un gancho tal y como había muerto su personaje en el juego.

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Tras su muerte, su mejor amigo se queda con una mochila vieja y varias de sus pertenencias, entre ellas (como no) el extraño videojuego.

Lo que ocurre a continuación es evidente, una tarde queda con sus amiguetes y prueban el juego entre todos. Cada uno crea su personaje a su imagen y semejanza y ahí empieza el aluvión de muertes violentas hasta que se dan cuenta de que..."si mueres en el juego, mueres de verdad".
Al contrario de lo que pueda parecer y sobretodo gracias a su corta duración (85 minutos si llega) me ha parecido una película bastante soportable.
Teniendo en cuenta que existen desechos tales como Alone in the Dark (2005), House of the Dead (2003), BloodRayne (2005) de Uwe Boll y engendros como Doom (2005) y según me han dicho Silent Hill (2006), me tomo la libertad de recomendarla. Eso si, siempre que no tengáis nada mucho mejor que hacer.

14 septiembre 2006

Películas para no dormir: La habitación del niño (2006)

Siguiendo la estela que ha dejado la serie norteamericana Masters of horror nos llega un pequeño pack de 6 historias llamado Películas para no dormir donde cada una de ellas está dirigida por un genio del horror español.
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Inicialmente pretendían emitirila por un canal privado de televisión (creo recordar que telecinco) pero sin saber por qué razones a última hora decidieron pasarlas directamente al dvd y quizá más adelante emitirlas.
Bueno pues ayer tuve la suerte de poder ver la primera de ellas, La habitación del niño (2006) dirigida por el bilbaíno Alex de la Iglesia, director de perlas como Acción Mutante (1993), Perdita Durango (1997) o el Día de la Bestia (1995) entre varias otras.
Películas que, por cierto, no soporto. Sin embargo ésta vez me ha sorprendido muy gratamente con esta aportación al género.
Vayamos por partes y empecemos por el argumento de la cinta (de duración bastante corta por cierto, unos 77 minutos más o menos).
La historia se centra en la vida conyugal de una pareja formada por Juan (Javier Gutierrez) y Sonia (Leonor Watling) y por su bebé recién nacido. La pareja ha encontrado una casa en un barrio pijo de Madrid por un precio levemente más económico que el que cabía esperar por una mansión así. En un principio todo va bien, están acabando de dar los últimos retoques al que será su hogar, los dos están enamorados, en fin, todo va viento en popa. Pero una noche, mientras están los dos en la cama, les parece oir a su bebé riendo a través del escuchador que tienen colocado en la mesita de noche. Juan se acerca el escuchador al oído y de repente suena una voz de hombre que proviene de la habitación de su hijo. Asustados pero a la vez creyendo que todo es culpa de que el escuchador tiene algún tipo de interferencia deciden prescindir de él y comprar uno nuevo, ésta vez Juan decide comprar un pequeño sistema de vigilancia sin cables con una cámara que transmite en modo visión nocturna y un receptor en forma de monitor que colocarán en su habitación.
A partir de aquí se empezarán a suceder los hechos, con algún que otro susto de por medio, hasta que Juan consiga entender qué está ocurriendo en su casa.
La película consigue asustar en alguna ocasión, mantiene la atención del espectador hasta el final y los actores salen bastante airosos. A destacar Leonor Watling, preciosa e hipnotizante haga lo que haga, ya sea cantar, actuar o simplemente existir.
Sobre las 5 películas restantes solo puedo apuntar el título ya que aún no he podido ver ninguna otra.
Sé que junto con ésta ha salido en dvd la que ha dirigido Jaume Balagueró, director catalán conocido por tres grandes películas, Los sin nombre (1999), Darkness (2002) y Frágiles (2005).
Su título: Para entrar a vivir.
Próximamente nos llegarán los siguientes capítulos:
Cuento de Navidad, de Francisco Plaza
Adivina quién soy, de Enrique Urbizu
La culpa, de Narciso Ibáñez Serrador
Regreso a Moira, de Mateo Gil

07 septiembre 2006

Sitges 2006

No podía dejar de compartir la fabulosa notícia que acabo de leer. Va especialmente dirigida a los que como yo esperan la próxima película de Darren Aronofsky como agua de Mayo.

Marcad en rojo en vuestros calendarios el próximo día 11 de Octubre porque el director de Pi (1998) y Requiem por un sueño (2000) asistirá a Sitges para presentar su último trabajo, The Fountain (2006).


Eso significa que los más raudos podrán ver la película 2 meses antes de su estreno en nuestro país.

04 septiembre 2006

Ellos


Se me ha ocurrido hacer un top de los actores y actrices más bellos del cine actual (es lo que tiene estar de vacaciones y no tener nada qué hacer). Lo haré en dos posts, uno para ellos y otro para ellas y en la lista aparecerán los que a mi, por cualquier motivo, a veces inexplicable, me parezcan más atractivos, interesantes, en conclusión quiénes más me atraigan por una u otra razón.
1. Jonathan Rhys Meyers
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Nació en Dublin hace 29 añitos y gracias a Velvet Goldmine (1998) pude descubrirlo. Lo he disfrutado en pocas pero intensas ocasiones, por poner unos ejemplos: Bend it like Beckham (2002) o Match Point (2005).
Es dificil escoger una película donde aparezca más atractivo que en las otras pero por decir una me quedo con Match Point de Woody Allen.
2. Jake Gyllenhaal
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Otro jovenzuelo, éste con 25 años hasta el próximo mes de diciembre. En Donnie Darko (2001) aún no habíamos podido gozar de toda su belleza, de hecho en 2001 le vimos más bien como un tipo bastante raro tanto en Donnie Darko como en Bubble Boy. Fue en 2005 cuando se ganó el estar en esta lista, gracias a la película Proof, donde aparecía en pantalla con Gwyneth Paltrow.
3. Jared Leto
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De un Sagitario pasamos a un Capricornio. Gracias a Darren Aronofsky pudimos verle en su máximo esplendor, fué en Requiem for a dream (2001). De hecho es únicamente por esta película por lo que merece estar en esta mini lista. No recuerdo aparición más memorable en ninguna otra película.